EL COCHE DE MADERA
MATERIALES:
- Madera
- Martillo
- Destornillador
- Taladro
- 4 llantas
- Pernos
- Cuerda
- Barras
- Soportes
Puedes diseñarlo tu mismo:
- Junta
los materiales necesarios.
- Corta
la tabla del chasis a la medida, dándole la forma que tú prefieras.
- Corta
las tablas de los ejes, estas tienen que ser más largas que el ancho de tu
tabla del chasis, suficientemente más grande para permitir que las llantas
giren cerca de 30 grados en cada dirección.
- Taladra
un agujero a través de la parte delantera del chasis y en el medio de la tabla
del eje frontal para hacer el punto de apoyo para la tabla de manejo.
- Sujeta
la tabla de conducción al chasis usando el perno.
- Coloca en el centro la tabla del eje trasero en la parte trasera del chasis.
- Ubica
las barras en las tablas de los ejes, sujetándolas con soportes en u.
- Añade
el asiento, poniéndolo al chasis y a la tabla del eje trasero.
- Construye
el volante.
- Coloca una cuerda sujetándola
a la tabla del volante cerca de los bordes de la izquierda y la derecha para
máxima eficiencia.
- Introduce las llantas en los
ejes y asegúralas.
- Diviértete conduciendo tu
coche de carreras.
Es un juego que requiere
mucho ingenio y espíritu aventurero, el coche de madera es completamente
práctico no debe tener motor, solo corre por la fuerza de gravedad ya que las
carreras son realizadas en cuestas empinadas.
A través de este juego los niños adquieren nociones básicas para la comprensión
del mundo que le rodea por lo que en el niño recrea situaciones que ve en la
vida real, imitando lo que ve, de esta manera activa su propia creatividad,
permitiendo mayor desarrollo de sus competencias emocionales y sociales.
Este
tipo de juego ayuda a que el niño acepte que existen ciertas reglas físicas que
debe acatar, que no todo es como él quisiera. Esto le ayudará en el futuro a
adaptarse mejor a las normas en todas las situaciones de la vida.
Jugar
es un derecho, fundamentalmente porque la vida infantil no puede concebirse sin
juego”. Es una de las fuentes más importantes de progreso y aprendizaje a lo
largo de toda la vida, y de una manera especial, en la infancia, que nos empuja
a descubrir, explorar, dominar y amar el mundo que nos rodea, posibilitando un
sano y armonioso crecimiento del cuerpo, la inteligencia, la afectividad, la
creatividad y la sociabilidad.
Por eso, es necesario recuperar algunos juegos tradicionales que promueven la
actividad física de una forma divertida y que minimizan el sedentarismo de los pequeños,
así como también en los miembros que integran la sociedad para que de este modo
podamos recuperar nuestra cultura ecuatoriana.
EL COCHE DE MADERA
MATERIALES:
- Madera
- Martillo
- Destornillador
- Taladro
- 4 llantas
- Pernos
- Cuerda
- Barras
- Soportes
Puedes diseñarlo tu mismo:
- Junta
los materiales necesarios.
- Corta
la tabla del chasis a la medida, dándole la forma que tú prefieras.
- Corta
las tablas de los ejes, estas tienen que ser más largas que el ancho de tu
tabla del chasis, suficientemente más grande para permitir que las llantas
giren cerca de 30 grados en cada dirección.
- Taladra
un agujero a través de la parte delantera del chasis y en el medio de la tabla
del eje frontal para hacer el punto de apoyo para la tabla de manejo.
- Sujeta
la tabla de conducción al chasis usando el perno.
- Coloca en el centro la tabla del eje trasero en la parte trasera del chasis.
- Ubica
las barras en las tablas de los ejes, sujetándolas con soportes en u.
- Añade
el asiento, poniéndolo al chasis y a la tabla del eje trasero.
- Construye
el volante.
- Coloca una cuerda sujetándola
a la tabla del volante cerca de los bordes de la izquierda y la derecha para
máxima eficiencia.
- Introduce las llantas en los
ejes y asegúralas.
- Diviértete conduciendo tu
coche de carreras.
Es un juego que requiere
mucho ingenio y espíritu aventurero, el coche de madera es completamente
práctico no debe tener motor, solo corre por la fuerza de gravedad ya que las
carreras son realizadas en cuestas empinadas.
A través de este juego los niños adquieren nociones básicas para la comprensión
del mundo que le rodea por lo que en el niño recrea situaciones que ve en la
vida real, imitando lo que ve, de esta manera activa su propia creatividad,
permitiendo mayor desarrollo de sus competencias emocionales y sociales.
Este
tipo de juego ayuda a que el niño acepte que existen ciertas reglas físicas que
debe acatar, que no todo es como él quisiera. Esto le ayudará en el futuro a
adaptarse mejor a las normas en todas las situaciones de la vida.
Jugar
es un derecho, fundamentalmente porque la vida infantil no puede concebirse sin
juego”. Es una de las fuentes más importantes de progreso y aprendizaje a lo
largo de toda la vida, y de una manera especial, en la infancia, que nos empuja
a descubrir, explorar, dominar y amar el mundo que nos rodea, posibilitando un
sano y armonioso crecimiento del cuerpo, la inteligencia, la afectividad, la
creatividad y la sociabilidad.
Por eso, es necesario recuperar algunos juegos tradicionales que promueven la
actividad física de una forma divertida y que minimizan el sedentarismo de los pequeños,
así como también en los miembros que integran la sociedad para que de este modo
podamos recuperar nuestra cultura ecuatoriana.